El 27% de los encuestados cree que en los estados o países donde las leyes de aborto han restringido severamente el acceso al aborto, la cantidad de abortos ilegales aumentará. El 19% pronostica que habrá un aumento de las muertes maternas y el 16% cree que habrá un impacto negativo en el acceso de las mujeres a la educación y al trabajo. Por el contrario, solo el 5% cree que se interrumpirán menos embarazos, protegiendo así los derechos de los niños por nacer. Solo el 1% de todos los encuestados pensó que no habrá ningún impacto.

El 32% de todos los encuestados compartieron respuestas verbales que cubrían una amplia gama de opiniones, incluido que habría un aumento en la cantidad de niños no deseados que nacerían, lo que resultaría en una mayor negligencia o abuso, lo cual conduciría a una infancia traumática. A los encuestados les preocupaba que pudiera haber más bebés abandonados, pero también un aumento en la necesidad de cuidado social y de acogida. Los encuestados también compartieron sus temores por la salud mental de las mujeres, el aumento de las tasas de suicidio y el impacto de los derechos de las mujeres regresivos. Un encuestado informó que muchos servicios de salud mental ya no cuentan con fondos suficientes y su provisión es limitada, con largas listas de espera para recibir tratamiento.

Varios encuestados acogieron con agrado los cambios en las leyes de aborto y creen que habrá un impacto mínimo en las mujeres, y algunos sugirieron que estos cambios son positivos, ya que las mujeres ya no tendrían que tomar una decisión difícil. Mejorar el acceso a la educación sobre salud sexual también fue visto como un factor para limitar la necesidad de abortos en primer lugar. Algunos mencionaron que aumentar la disponibilidad de procedimientos de esterilización electivos (histerectomías o vasectomías) también podría evitar el riesgo de embarazos accidentales.

Algunos encuestados están preocupados por un posible aumento en los costos y la presión sobre los sistemas de salud en países donde los abortos son legales, lo que sugiere que las mujeres viajarían para tener acceso a los procedimientos legalizados por las leyes de aborto.

Varios profesionales sanitarios afirmaron que los profesionales de la salud pueden optar por trasladarse según sus creencias. Algunos temen el acoso en función de sus decisiones y citan desafíos en la práctica de la medicina disponible para todos frente a la toma de decisiones de acuerdo con sus creencias personales. También se mencionó que quizás menos estudiantes de medicina consideren carreras en obstetricia y ginecología y opten por ejercer en diferentes campos de la medicina. También hubo algunos encuestados que sugirieron que aumentar el límite de tiempo para la disponibilidad de abortos a, por ejemplo, 15 semanas, también podría ayudar, ya que habría más oportunidades para que la madre tome una decisión informada sobre sus opciones en su propio tiempo.

Un encuestado resumió los problemas al afirmar que no hay una respuesta simple a esta pregunta con respecto a la atención médica de las mujeres. Sí, se salvarán las vidas de muchos bebés, pero las mujeres seguirán decidiendo abortar y eligiendo métodos inseguros o aumentando la presión sobre sus finanzas cuando se les retire el derecho a elegir, lo que afectará negativamente la atención médica de las mujeres y los derechos de las mujeres en general.